Dr. Ricardo Asch
En los último años la criopreservación de ovocitos humanos se ha constituido en una alternativa más entre los tratamientos de reproducción asistida. Esto ha sido gracias al desarrollo de protocolos de criopreservación adecuados especialmente para este tipo de células.
Los ovocitos humanos son particularmente susceptibles a la criopreservación, la cual produce daños tanto en los cromosomas como en las organelas citoplasmáticas. En los primeros intentos serios de criopreservación de ovocitos (1994-1995) se reportaron buenas tasas de fecundación y división embrionaria, pero se lograron muy pocos embarazos.
Desde entonces se publicaron varios trabajos con resultados muy variables pero igualmente poco exitosos. Recientemente, con los trabajos que la Dra. Porcu (2003) realizó en Italia se lograron tasas de éxito aceptables (27 nacimientos sobre un total de 300 transferencias realizadas).
El grupo de estudio consistió en mujeres menores de 38 años, todas con muestras de semen normales, sin fallas previas de fecundación in vitro y con al menos 10 ovocitos disponibles para congelar. Actualmente disponemos de un método de criopreservación más refinado llamado “vitrificación”. Consiste en sumergir a los ovocitos en una solución con un crioprotector altamente concentrado, la cual al tocar el nitrógeno líquido pasa a formar una matriz vítrea sin cristales de hielo, evitando que estos dañen la estructura del óvulo. En la última década el Dr. Kuwuayama realizó la puesta a punto del método de vitrificación, llegando en la actualidad al desarrollo del “cryotop”.